martes, 5 de agosto de 2008

¡Lo que se viene encima!

No es oro todo lo que reluce. En un mundo donde la energía empieza a escasear (hay muchos estudios que apuntan a que ya se ha alcanzado la cima de producción de petróleo y casi la de gas), y debido a eso los precios aumentan, unido al aumento de la población. Esa frustración entre la realidad y la tendencia a seguir creciendo provocará el mayor cambio en la historia de la humanidad.

Cambios tanto económicos, como políticos, religiosos, morales o filosóficos. Económicos puesto que el modelo tradicional capitalista que propugna el crecimiento sin fin será imposible de poner en práctica, debido fundamentalmente a la escasez y aumento de precios. Políticos puesto que ya no se puede fomentar el crecimiento, la economía de mercado actual desregularizada en muchos casos tendrá que ser controlada para poder salir adelante. Religiosos porque ningún dogma actual puede encarar los graves problemas que se avecinan, uno de los principios dominantes del cristianismo (religión dominante) es "creced y multiplicaos", pues bien eso ya no servirá de base; así es normal que ante estos problemas los ciudadanos opten por alejarse de la religión de forma paulatina. Morales o filosóficos porque lo que ahora vale dentro de poco no lo será, habrá que ajustar los nuevos valores a la realidad.

El concepto mismo de felicidad cambiará, quizás porque la felicidad en sí misma dejará de existir. En este estado sobrevivir no es poco, aunque no se pueda ser feliz será posible una vida placentera.

Actualmente la población mundial sigue creciendo, pero ya hay países que tienen crecimiento nulo o incluso decrece su población. La mayor parte son desarrollados, mientras los que están en vías de desarrollo siguen creciendo. Llegará un momento en que todos tendrán que invertir la tendencia, dejar de crecer para sobrevivir.

Se suele decir que "los hijos traen la felicidad", mito que también pasará a la historia. Los hijos no sólo pueden traer la desdicha a una familia, sino hacer perder la salud o la vida. Esto provocará graves tensiones que conducirá a una gran depresión.

miércoles, 12 de marzo de 2008

EL QUINTO PODER

Frecuentemente se habla del cuarto poder como de los medios de comunicación de masas, personalmente creo que hay un poder mucho más influyente y peligroso: el poder financiero.
Hay multinacionales que tienen más poder que muchos pequeños estados e incluso países medianos, por otra parte los bancos centrales gozan de una independencia que para sí quisieran muchos ¿quién se atreve a desdecir lo que dicen los bancos centrales sobre política monetaria? Son intocables, ni parlamentos, ni gobiernos, ni jueces pueden con ellos. Se puede decir sin ambigüedades que están más allá del bien y del mal, y uno se pregunta ¿a qué se debe esa permisividad, esa tolerancia?¿Quién hay detrás del tinglado monetario? De hecho son un lobby pero ¿se pueden considerar una mafia? ¿A favor de quién juegan? ¿A quién rinden cuentas los bancos centrales? Muchos bancos centrales, la FED por ejemplo, tiene grupos secretos como el PPT (Plunge Protection Team), cuyas reuniones son secretas, sus actas son secretas, nadie controla sus movimientos. Hay parámetros económicos muy importantes como el M3 USA (masa monetaria en manos de los ciudadanos) que no se publican ¿a qué se debe tanto secretismo? ¿Quién controla a quién? Son múltiples preguntas sin resolver, pero lo más inquietante de todo es que su objetivo final sea el control, la manipulación total y absoluta de toda la población mundial.

lunes, 4 de febrero de 2008

BANCOS DE FELICIDAD

En resumidas cuentas se trataría de sustituir el dinero por unidades de felicidad. Se trabajaría con ánimo no de obtener una remuneración o beneficio sino de producir felicidad, según la felicidad producida así sería nuestro salario. Nuestro dinero en los bancos de felicidad no crearía intereses, la felicidad no está sujeta a ningún tipo de interés o especulación.

La moneda podría ser universal pues la felicidad no conoce de fronteras. El precio lo podría fijar un organismo internacional, el cual podría variar variar dependiendo de las circunstancias y necesidades del planeta, este organismo debería ser transparente y controlado democráticamente. Habría otra posibilidad, que el precio lo determinara el mercado, aunque quizás en este caso se terminaría por caer en las mismas cadenas del capitalismo.

Es posible que llegue un día en que los precios no los determinen las personas ni las empresas sino organismos internacionales que se dediquen a regular la convivencia en un planeta con unos recursos limitados, sería el fin del individualismo. Quizás sea la única manera de sobrevivir...